domingo, 13 de mayo de 2007

LA CONJURA DE LOS NECIOS (I)


OH sorpresa! Nicolas Sarkozy triunfó sobre Ségolène Royal con notable ventaja, adquirida en el apasionante debate televisivo que mantuvieron ambos candidatos.
EL resultado debería provocar una desconfianza absoluta en los medios informativos progubernamentales españoles, que proclamaron visionariamente el indudable triunfo de la Zapatera parisina, como si ese deseo voluntarista fuera a influir en los electores franceses.
Y también debe desconfiarse de los medios informativos acomplejados. Porque amedrentados por la propaganda políticamente correcta y zapaterista, no se atrevieron a dar su verdadera opinión: que Sarkozy había desmantelado a Ségolène, en toda la campaña electoral.
Un candidato que, al margen de que gusten o no sus ideas, siempre había estado sereno y preciso, mientras que Royal perdía el control de si misma, palabrería de bondad y buena voluntad. Sin un programa preciso para gobernar un país como Francia, con su historia y su peso político en el ámbito internacional.
Y Royal tuvo que admitir que elevaría los impuestos, cuando la mayoría del país desea que se reduzcan para no sostener a centenares de miles de personas que, simplemente, no quieren trabajar.
Un yerro de Ségolène, (al margen de sus momentos de irritación casi histérica) fue definitivo: afirmó con contundencia que el 17 % de la energía francesa es de origen nuclear, cuando realmente es del 82 %. Esa es la base de su independencia energética, que le permite superar todo protocolo de Kioto.
Lo interesante de este debate en España fue la descontrolada alegría de los medios progubernamentales, especialmente del grupo Prisa, cuya ciega militancia, ya in disimulada, les hacía creer en un gran triunfo de Ségolène. Con titulares francamente hostiles e inquisitoriales para el hoy presidente electo. Los medios de comunicación progubernamentales en España han perdido la credibilidad ya hace tiempo y se han convertido en panfletos propagandísticos del PSOE.
Los informadores falseaban la realidad haciendo pasar su ideología y sus sentimientos por hechos: sin aparente neutralidad , ni en las elecciones del 14-M (único caso en que les salió bien), con Kerry en los USA, con el referéndum sobre la Constitución Europea... y ahora con “La Zapatera”.
Presentaban sus espacios como información, pero eran y seguirán siendo de opinión militante, combativa.
Y atentos, porque cuando pueden deforman los acontecimientos, incluso para manipular el mercado bursátil, como denunció Manuel Conthe en el Parlamento.
Nicolás Sarkozy ha sabido llegar al corazón de los franceses. De esa Francia profunda y autentica que siempre valoró los principios morales que la hicieron grande en la historia: Honor, Dignidad, Meritocracia, Esfuerzo, Autoridad, Solidaridad e Identidad nacional.¿ Cuándo aprenderán nuestros políticos a poner a la Nación por encima de sus intereses espurios?.Valoro en gran medida la victoria de Sarkozy aunque su única aportación fuese hacer cambiar el discurso retórico y demagógico de la izquierda... que no es poco pero me temo que esa influencia no llegue a nuestro país (no pongo España por si estuviese mal visto usar un termino tan fascista ja ja ja) Lo que más me gusto de Sarkozy fue cuando en su discurso, ganadas las elecciones, dijo: "Amo a Francia". Se me puso la piel de gallina. ¿Podríamos oír esas palabras de un presidente español sin complejos?

En cuanto a la candidata socialista, vencida y humillada, silencio y respeto.

“SI ESTAN DE ACUERDO EN TODO, ES QUE UNO DE LOS DOS PIENSA POR AMBOS” (SIGMUND FREUD)